domingo, 15 de mayo de 2011

Eso que haces.

Esa sensación de verte por primera vez y no tener ni idea de todo lo que nos vendría después. Esos nervios de los primeros signos de complicidad. Esa física y química evidente que se palpa en el ambiente, ese algo mutuo. Esas ganas de volver a verte para, volver a crear situaciones donde queda más que claro que lo nuestro es diferente.  Esos días donde todavía dudaba de lo que  iba a pasar. Esos días donde me volvía loca, con miles de ideas en la cabeza que no sabía donde irian a parar. Esos detalles que me hacian buscarte como una chalada para que volvieras a extasiarme con alguno de tus gestos cariñosos y cercanos. Ese entonces donde, aún me quedaba mucho por saber de ti, donde aún no tenía ni la más remota idea de lo grande que se iba a hacer áquel pequeño y discreto principio. Ese momento.. cuando, de forma discreta y silenciosa, empezó lo nuestro, sin ningún tipo de intención, sin ningún objetivo secundario, sólo pretendiamos disfrutar, sólo por ese momento (pensé).
Pero desde entonces, te miré de otra manera , desde un ángulo más humano y simple, pero más sincero y estremecido también.Una sensación extraña que me embarga en tu presencia; algo así como si nuestros pulsos palpitaran al unísono, uniformemente, una impresión de paralelismo  y mutua necesidad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario