Ah por cierto, gracias por hacer que deje de echar de menos lo perdido, el olvido a veces es el mejor perdón y el más leve de los castigos.
Puede que la clave esté en fijarse bien, en avanzar, tan cerca que lo borroso se vuelve nítido. El motivo para luchar es invisible, pero los motivos de la causa son infinitos, así que vamos a hacer de lo complicado algo sencillo y de lo imposible algo probable.
Hay pecados compartidos que saben a recompensa, y aunque el esfuerzo pesa, prometo que se nos olvidarán las penas a la vuelta.
Creyendo que era un juego caímos en la trampa de los principiantes, perdimos ambas partes siendo rivales. Y ahora que empieza un nuevo juego, tenemos la oportunidad de inventar las normas. Te propongo improvisar, la única norma será penalizar el no arriesgar.
Te he observado a ratos, a trozos, y no te miento si te digo que me gusta lo que veo, es bonito tu retrato, mis ojos me regalan los oídos sobre ti y escucho por ahí que se hace dulce observarte.
Te debo una, por enseñarme una nueva forma de hacer historia.
El aroma a vainilla viaja conmigo, el sabor del tiempo compartido lo guardo en mis cajones, y los besos con amor hoy duermen en mi cabeza, harán sonreír a mis temores.
Te echaré de menos por querer aún más
Fdo: caricias con sabor a ganas.