lunes, 29 de abril de 2013

sonrisas

Siempre me han hecho creer que la clave de todo se encontraba en proyectar un futuro próspero con el que poder vivir de la mejor forma posible. Un buen coche, una buena casa y un buen trabajo. Sin embargo.. subida en un autobús de camino a mi segunda casa, creo que la esencia de la vida se encuentra dentro de nosotros mismos. Considero que la clave para ser feliz en esta vida se encuentra en los vínculos que creamos con el resto de personas, se encuentra en las sorpresas, en las palabras dichas de corazón, la esencia de la vida se encuentra en un cruce de miradas, en todo aquello que sale del alma o en todo aquello que llega a la misma. Dentro de esta sociedad estamos predestinados en muchos sentidos; nuestra forma de vestir, nuestra forma de hablar, nuestras costumbres, nuestros gustos, e incluso nuestros sentimientos en algunas ocasiones. Pero el tiempo siempre ha sido muy sabio, y con las experiencias, y con los momentos que vamos viviendo, yo me he dado cuenta que nosotros somos quienes elegimos nuestro carácter y nuestra personalidad. Que al fin y al cabo, todo lo que vamos viviendo nos va puliendo, las malas experiencias nos crean miedos y traumas, pero también nos hacen más fuertes. Las buenas experiencias nos hacen tener confianza en nosotros mismos, en nuestras habilidades y posibilidades de llegar allí donde queramos. Quizá me esté alargando demasiado, porque lo único que quiero decir es que .... todos estamos predestinados de una u otra forma, pero somos nosotros mismos los responsables de estarlo en mayor o menor medida, y somos nosotros quienes tenemos la llave para cambiar las cosas, nuestras cosas.

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