Haber tocado fondo te hace ver las cosas de otro modo. Y es que hay cosas en la vida que te obligan a machacarte con constantes: "¿quién te mandará?".
Y eso es lo que pasa, que ahora la conciencia me revienta las mañanas y me lleva a arrepentirme de muchas de las cosas que quise, de las cosas que hice. Y es que suelen decir que nunca debemos arrepentirnos de lo que un día nos hizo sonreír. Pero yo ahora no sé hasta qué punto merece la pena pagar el precio de muchas historias. Y más aún sabiendo que no todo ha sido cierto, que no nos han contado la verdad del cuento, y que hemos pagado un precio demasiado alto por un puto fraude. Y desde fuera y desde lejos, miro atrás, comparo el tiempo y los momentos, y le veo, sin atreverme a mirarle demasiado profundo para no echar sal en mis heridas, pero le veo y.... y si me arrepiento sabes? Porque me dio momentos increíbles, me hizo sentirme más viva que nunca, me hizo feliz y eso es algo que jamás podré reprocharle. Pero me regaló suspiros, palabras, y miradas envueltas de verdad, escondiendo una puta realidad de sentimientos solidarios y compasivos. Y que te acompañen , te mimen y te cuiden para saber al tiempo que fue por pena, eso hierve la sangre, reabre heridas y te genera odio. Te hierve la sangre por rabia, por pura impotencia, por no haberte dado cuenta antes de que llevabas tiempo siendo nadie. Te reabre heridas porque creías que él lo lamentaría, que te extrañaría, pero ahí está, feliz con su vida, siguiendo adelante, sin mirar atrás ni si quiera para recordarte. Te genera odio por ver un cuerpo igual con una persona dentro que ya es diferente, y odias ese disfraz que te recuerda a alguien que ya no existe pero en ti si permanece. Del mismo modio que es odioso cruzarte con alguien con su olor y que se te meta su esencia hasta el estómago. Odias eso que tienes que huele a él, y no eres capaz de dejar de echar esa colonia, y de dormirte cerrando los ojos y abrazando a algo que ya murió. Es odiable e inevitable, y por eso se envenena también el corazón. Quererle me ha hecho odiarle, y eso es la pena más grande de toda esta historia. Porque había un camino por delante, quedaron cosas pendientes... pero del mismo modo que a mi me regaló sentimientos solidarios, yo a día de hoy puedo permitirme, y voy a obligarme, a donar todos y cada uno de sus recuerdos al precio más bajo del mercado. Para que nadie vuelva a poner en tela de juicio el valor de las cosas por las cuales yo he luchado. fin.
Fdo: corazón cerrado. causas: sentimientos en proceso de deshaucio
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