En la cabeza; la calma, la concetración, la mente blanco , sólo el balón, un objetivo, un escalón,un muro, insistinto de superación,ganas, rivalidad, fuerza,una meta.En el corazón; sangre fría , deseos y sueños,latidos fuertes y tensos, como el propio juego.Aprender minuto a minuto, escuchar, entender, aplicar, y transefirlo a la pista. Superarnos, hacernos mejores, y transmirle al de al lado todo lo posible, unirnos, apoyarnos, enseñarnos, aprender los unos de los otros, luchar por algo en común, representar un mismo club, sentir dentro un mismo color,pensar en un mismo objetivo, confiar en el que te sustituirá en la pista como confias en tí mismo, sentir todos el mismo amor, la misma pasión, las mismas penas y alegrías, las mismas ganas de levantar el marcador, las mismas fuerzas para mejorar la defensa, la misma intensidad para ser implacables en ataque, la misma madurez para mantener, pese a todo, los pies en la tierra, y la misma constancia para trabajar todos los días, aquellos detalles que nos diferenciarán y nos harán mejores, la misma visión de juego, el mismo sentimiento para disfrutar en cada asistencia, en cada robo de balón, en cada jugada que nos hará ser superiores a nosotras mismas segundo a segundo.Con el esfuerzo de todos, lograr ser un equipo , y conseguir disfrutar , incluso habiendo cometido errores.Porque el equipo perfecto no es áquel que no se cae, el equipo ideal es el que se empeña en levantarse una y otra vez, hasta hacerse invencible.
Una jugadora no puede ganar una batalla, pero un equipo es capaz de ganar cualquier guerra.
Patricia Gorjón Andrés
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