martes, 16 de noviembre de 2010

guión

Decimos que sentimos tanto, que ya ni siquiera sabemos que queremos. Decidimos ciertas cosas, las cuales no debemos hacer, según nosotros mismos, que terminamos saludándonos, y arrastrándonos de tal manera..
No sabemos querernos y si alguien nos ha jodido, pero a pesar de eso le queremos, y nos necesita, estamos ahí, para ayudarle, apoyarle, y ofrecerle todo cuando podemos. Porque el ser humano es tan necio y retorcido que a pesar de saber que para esa persona no significamos absolutamente nada, seguimos ahí..Por qué?
Porque el querer nos hace perder cualquier partícula de razón que haya en nuestro cuerpo, todo lo lógico que hay en nosotros se esfuma debido a un ligero síntoma de estupidez que nos invade por completo, y eso hace que actuemos de la forma más absurda. Todo se resume en algo muy sencillo, y es que toda nuestra vida, absolutamente toda, deja de ser nuestra en el momento en el que empezamos a querer a alguien por encima de nosotros mismos, y preferimos morirnos por dentro, a perderlo, y somo capaces de hacer locuras, por sólo una sonrisa, esa que nos vuelve imbéciles perdidos, y hace que no valores nada más, porque sólo vemos eso.. la sonrisa.
El ser humano es el ser vivo más tonto, irracional, estúpido, y cobarde de todos, incluso el único que tropieza dos veces con la misma piedra. Y me incluyo, como la primera humana de la lista.
Qué valores tenemos? Se me pasan demasiadas cosas por la cabeza a la vez, y no me aclaro nada... al fin y al cabo, la conclusión de todo, es que no hay nadie del todo cuerdo, ni nada totalmente correcto, ni nada absolutamente erróneo, ni algo totalmente querido ni tampoco odiado, siempre hay un punto, en el que las partes se cruzan, y es ahí, cuando las personas, no sabemos a qué lado mirar. En este punto lo lógico se desvanece , y lo irracional se apodera de todo , el resultado? No saber qué está bien, qué está mal, qué conviene y qué no, quién finge y quién no, quien interpreta un papel, y quién no. Quién es el bueno o el malo, en esta mala obra en la que no hay protagonista, ni tampoco personajes secundarios, tan solo hay un escenario, y personas intentando poner normas y reglas en un mundo donde nada , absolutamente nada es totalmente cierto, y nada puede prohibirse, ni puede hacerse obligatorio, porque nuestro instinto de libertad nos hace incumplir incluso las normas que nosotros mismos nos ponemos.
El argumento de todo esto, es seguir nuestro propio papel, sin fingir, dejándonos llevar, porque si algo nos caracteriza, es la locura, y , puede que sea lo único y lo más importante de todo esto.
Y esque todo... es relativo

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