miércoles, 24 de noviembre de 2010

no hay vuelta de hoja

Cuando empecé este libro, quise aprovechar cada espacio en blanco, escribí en cada página, cada margen, incluso en las tapas, donde te quedaste grabado. Ahora puedo leerte , a contraluz e incluso a oscuras. Quise marcar cada letra de la mejor manera posible, quise hacer cada palabra inolvidable, quise no numerar las páginas, porque pensé que no tendría que hacerlo, pensé que no tendría números suficientes, pues pensé que sería eterno. Quise que fuéramos juntos los autores de ese cuento, quise crear contigo el mejor de los argumentos.
... Pero de repente , cuando llegó el momento de más ilusión, de más magia, de más ganas por lo nuestro, al pasar la página me di cuenta... Nuestro cuento había terminado, no me quedaban espacios en blanco, ni huecos entre líneas, ni más sitio en las tapas ya grabadas, ni nada, no había vuelta de hoja, me dejaste con la mejor historia entre manos, sin más argumentos con los que continuar, pues me abandonó el mejor autor. Y perdí las ganas de escribir... no quedaba ya, nada por decir. Solo quedan ahora recuerdos, palabras ya dichas, ya escuchadas, caricias ya dadas, lágrimas ya caídas, cosas que quedan atrás, jodidamente imposibles de recuperar, no hay vuelta de hoja..

No hay comentarios:

Publicar un comentario