martes, 16 de noviembre de 2010

Romper promesas

Cuando llegaste, cuando te vi, cuando me miraste, cuando te escuché, cuando pude olerte, cuando te abracé por primera vez, cuando empezó todo, cuando me tocaste, cuando me dijiste que sería para siempre, cuando me convenciste de tu amor, cuando creí en ti, cuando empezamos a soñar juntos, cuando nos aislamos del resto, cuando todo dejó de importar, cuando me hice reén de mi propia libertad, cuando me enamoré de ti, en ese mismo instante, fue cuando en algún sitio, se escribió nuestro final...
Quién me hubiera dicho que iba a echarte tanto de menos, quién me hubiera dicho que me arrepentiria de haberte querido como te quiero.
Me conformo con un abrazo del recuerdo, me basta con un segundo de áquel sueño, no pida más, tan solo una calada de todo aquello que sé que no volverá. Porque hoy sólo firmo, el papel que dicte la sentencia de todo esto, que me quema. Porque el juicio más justo sería borrar mi memoria, y no tener que recordarte, porque el pasado me invade la mente, y no deja espacio en mi cabeza para la esperanza de un mañana con ilusión. Porque lo más lógico , sería que yo pudiera sacarte de dentro, pudiera olvidarte, con la misma rapideza y facilidad con la que tu lo hiciste.

No hay comentarios:

Publicar un comentario